En una zona de Palermo todavía no sobresaturado y que no soy de transitar mucho , descubrí JUANI CAFE, una esquinita (¡como están las esquinas!) con mucha pinta que promete café de especialidad y pastelería acorde.
Salón bien chico, ventanas completamente abiertas, una barra hermosa de color azul con una maquina La Marzocco negra que combina con la pared del fondo. Un cafecito de película.
Pedimos un Cappuccino que estaba muy rico y un iced latte que es una bebida difícil para calificar, pero era lo que tenía ganas de tomar apenas había llegado. Al retirarme, pedí un doppio que estaba muy bien equilibrado, con la acidez justa y notas cítricas.
Para comer acompañamos con tostadas que no sobresalían, acompañadas unas con mermeladas y queso crema y las otras con huevo revuelto. La presentación estaba excelente, siento que el pan podría ser mucho mejor.
Linda esquina para un barrio que esta saturándose de cafés de especialidad pero no específicamente en esas diez cuadras a la redonda, si están cerca, no dejen de pasar a conocer JUANI CAFE.
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