El mismo día que visitamos Telescope en París, pasamos por Café Kitsune. Nunca imaginé que este café tendría la historia que tiene. Nos costó entrar porque parecía que recién había abierto y de hecho todos sus empleados estaban como en la cocina, ninguno a la vista. Una vez que ingresamos, la atención fue espectacular. Pedimos para llevar un espresso, un flat White y un budín de limón. Con su café proveniente de Colombia y tostado en Londres hecho en una maquina La Marzocco, nos prepararon todo para llevar y nos fuimos felices. La calidad del café era espectacular. Y el budín de limón, super húmedo y muy bien logrado. Con todo eso en mano, nos sentamos en las mesitas dentro de los jardines del palacio real.
La historia la descubrí porque al salir del café y caminar menos de una cuadra, me llamo la atención un local de ropa con el mismo nombre y logo. Kitsune y un zorro. Entramos con Flor para ver que cosas tenían. Y la ropa era simplemente espectacular. Sentía que todos los modelos eran únicos, y a su vez, la calidad era inmejorable. Pero los precios eran nada accesibles para el día 20 de un viaje por Europa y al cambio argentino. No era un lugar barato.
Al llegar a Buenos Aires a los pocos días, investigué sobre la marca. Kitsune significa zorro en japonés, de ahí viene su logo. Y buscaron un termino japonés porque uno de los dueños es un arquitecto originario de ese país: Majaya Kuroki.
El otro dueño es un ex francés DJ devenido en director de arte y mánager de bandas, como Daft Punk, llamado Gildas Loaek.
Entre ellos crearon este concepto multifacético reunido bajo el nombre Kitsune donde son una empresa que es una línea de ropa, un sello discográfico (donde las bandas que administran son la imagen de su propia ropa) y un café de especialidad. Todo bajo el mismo concepto.
La web de su tienda tiene todas las colecciones disponibles para que vean de lo que habló y también sus tiendas de café: https://maisonkitsune.com/en/
Y hablando de café, lo incorporan en el año 2013 con su primer spot en Shanghái y el segundo (el primero en Europa) en los jardines del Paláis Royal de París (el que visitamos nosotros).
A partir de ahí siguieron expandiéndose y abrieron varias tiendas más: dos más en París (Louvre y Tuileries, dos lugares super turísticos), Nueva York, dos más en Seúl, Okayama y Aoyama.
Cada una de sus tiendas de café es diferente (las pueden ver en la web). Algunas son grandes, otras son muy chicas, pero no son iguales. Creo que la más chica de todas es la que visitamos nosotros. La del Louvre parece mucho más grande, más elegante, más formal.
Cerramos diciendo que es muy recomendable conocer cualquiera de sus tiendas de café para comer y tomar algo rico, pero no dejen tampoco de ir a alguna de sus tiendas de ropa con algunos euros encima. La calidad y los modelos son únicos.
- Comodidad 100%
- Limpieza 100%
- Experiencia 100%
- Calidad del producto 100%
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