El viaje al próximo destino termino siendo una peregrinación a Carcassonne. En realidad, lo hicimos en auto, pero una de las paradas fue Lourdes, donde esta uno de los puntos de peregrinación católica más concurridos de toda Europa.
Al despertarnos, fuimos para la zona de la iglesia y el mercado que no lo habíamos visto el día anterior y desayunamos por ahí. Agarramos el auto y con la Guía Michelin en mano salimos a la ruta.
Tomamos la A64 con destino a Pau, lugar al que íbamos a llegar cerca del mediodía e íbamos a parar a almorzar una baguette que estaba increíble. Vimos de afuera un castillo, caminamos un poquito por el centro y aprovechamos para ir al baño público mas moderno que vimos en nuestras vidas. Tocando un botón antes de ingresar, lo limpiaba. Era una cabina cerrada, bien moderna.
Al salir de PAU, salimos de la autopista y elegimos ir por unas de las vías verdes de la guía (es decir, las que son panorámicas, mas lindas) y tomamos la 817 y la 940 en dirección al sudeste. Lourdes es bien cerca del limite con España, muy cerca de los Pirineos.
Lourdes, hace poco salió en uno de los capítulos del documental de Zac Effron, tiene unos de los santuarios católicos más visitados de Europa. Sin dudas es el mayor motivo de las visitas a la ciudad. Antes de ingresar, hay como una feria con cientos de puestos dedicados a la virgen, al santuario y al catolicismo en general. El complejo cuenta con varias basílicas, una plaza grande, algunos otros lugares para visitar, pero sin dudas el más importante es la gruta, donde la virgen se le apareció a Bernadette Soubirous. El lugar cuenta con cientos de canillas de donde uno puede tomar, o llenar una botella con agua bendita. También hay unas bañeras para enfermos. Sin dudas que es un lugar que impacta y mucho.
Un rato después, salimos nuevamente a la ruta por la A64 y A61 pasando por Toulose pero sin ingresar a conocerlo porque se hacía tarde para llegar al destino final. Después de esta peregrinación, llegábamos a Carcassonne.
Lo hicimos casi de noche, 19 hs y casi que no podemos ingresar al departamento que habíamos reservado. El dueño, via AirBnb me había enviado el código para sacar la llave ese mismo día por lo que al no tener señal, no pude verlo. Buscamos Wifi y pudimos ingresar. El apartamento estaba a unos metros cruzando el río del ingreso a la ciudad amurallada, que es la razón para que Carcassonne haya sido declarada Patrimonio mundial de la UNESCO.
Dejamos todo rápido y salimos a buscar donde comer por dos razones a pesar de la hora (19 hs aproximadamente):
- Estábamos en temporada baja y muchos restaurants estaban cerrados por toda la temporada (aquí y en casi todos los siguientes destinos)
- Era la hora del cierre en temporada baja para muchos de los restaurantes que estaban abiertos.
Encontramos un lugarcito que se llamaba La Taverne Du Chateau que tenía gente adentro y que nos recibiera dentro de la ciudad amurallada. Impresionante es recorrerla, pareciera que volvemos el tiempo atrás. Elegimos el menú del día que contaba de tres pasos:
- Una entrada:
- Plato principal: en mi caso un Cassoulet, un guiso hecho con alubias blancas o frijoles, y distintas partes de carne animal que es típico de esta zona de Francia, y que además estaba exquisito.
- Postre: Crème brûlée
En esa noche casi que nació dos constantes de todo el viaje. La primera es los dos eligiendo el menú completo de tres pasos y la segunda es yo pidiendo Crème brûlée de postre. Volvimos caminando por el borde de la ciudad imaginando historias pasadas.
Al otro día quisimos ir a desayunar nuevamente por esa zona, así que caminamos y encontramos Le Menestrel que queda como en una plaza donde hay cinco o seis restaurants parecidos. A pesar del frío, elegimos una mesita afuera. Estaba todo vacío, otra de las constantes del viaje que íbamos a hacer. Recorrimos un poco la ciudad, subimos a los muros y ¡nos encantó! Pero ya era momento de dejar esta peregrinación a Carcassonne para ir a nuestro próximo destino.
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