El último día en Barcelona resume la ciudad: Tapas, playa y caminata. Le metimos ritmo para poder hacer las cosas que nos faltaban en la ciudad ya que al otro día ya partíamos para San Sebastián.
Como veníamos sin medir gastos, la noche anterior hicimos un pequeño repaso y para poder seguir disfrutando en todos los pueblos que nos quedaban, buscamos un lugar para desayunar bien barato. Flor lo encontró: por dos euros cada uno tomamos un café con leche con medialunas. Obvio nada del otro mundo, pero sirvió para ahorrar unos euros para una próxima cena.
Hicimos un poco de compras de las cosas que nos faltaban y que teníamos en lista como por ejemplo una mochila para mi. Hasta el mediodía que nos íbamos para la Barceloneta. Antes, paramos en Moniberic que es una cadena que vende unos sandwichitos al paso con gaseosa y papitas. Lo comimos rápido y tomamos el subte para la playa.
Como había mucho viento, caminamos un rato por la costanera y conocimos el lugar. Cumpliamos el segundo objetivo de nuestor plan Tapas, playa y caminata. Estuvimos caminando y conociendo por ahí, hasta que se hizo la tardecita y empezó a hacer frio. Fuimos a Costa, un café que tiene varias sucursales, y aprovechamos también para conectarnos un rato con Argentina.
Por la noche, teníamos el plan postergado de CAN PAIXANO. El lugar es muy chiquito, no tiene mesas ni sillas. Solamente una barra, con unos personajes adentro que atienden. Venden tapas y unos sándwiches tremendos. Ya ni me acuerdo lo que comimos, pero estaba todo exquisito. Les dejamos las fotos y cumpliamos la primera parte del plan del día: las tapas de Tapas, playa y caminata. Acompañado por un vino y un espumante de la casa que al final de la cena compramos para llevarnos a Francia.
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